Los bombardeos de 1714 afectaron el convento y poco después, en 1716, Felipe V lo hizo derribar con el fin de levantar la Ciutadella. ¡Y vuelve a aparecer!. Un Borbón muy ¨admirado¨ en Barcelona.
Los restos del edificio fueron rehabilitados por Pere Bertran (1738-1748). En 1750 pasó a utilizarse de cuartel, lo que hoy alberga el Museu de la Xocolata.
Si rodeamos el edificio por la calle Tantarantana (¡que nombre más bonito!) podremos entrar a visitar el antiguo clautro. Hay una terraza muyyy tranquila.
Para comer, restaurante El Foro, justo enfrente del Museu de la Xocolata. Especialidad en carnes argentinas. Posibilidad de probar filete de canguro. Y postres especiales.