Frente a la capilla Marcus, por la pequeña calle Giralt, nos encontramos con la parte trasera del mercado de Santa Caterina.
Este es el mercado donde compro.Un verdadero privilegio mire por donde se mire. Por los productos, por el ambiente, por la arquitectura, por su historia...En septiembre de 2005 se inauguró una remodelación integral, obra de los arquitectos Enric Miralles y Benedetta Tagliabue, con su espectacular cubierta de colorido mosaico diseñada por el artista Toni Comella.

La primera ocupación del solar se remonta a hace unos 4.000 años, con un asentamiento en la Edad de Bronce inicial (1800-1500 aC).
En el año 10 aC se fundó la ciudad romana de Barcino, protegida por un recinto de murallas. A unos 150 metros, se sitúan los restos arqueológicos del Espai Santa Caterina, que era un lugar de habitación (villae) y espacios de producción.
En el siglo IV se convierte en una necrópolis cristiana que se articula alrededor de un edificio de culto.
En los siglos XI y XII se construye un primer edificio conventual con una iglesia y dependencias anexas. A comienzos del siglo XIII, esta zona fue ocupada por el convento de Santa Caterina, en un momento en el que el crecimiento de la ciudad motivó la construcción de una nueva muralla.
Los frailes dominicos llegaron a Barcelona en 1219 y el convento jugó un papel importante en la ciudad, siendo la primera sede del Consell de Cent.
En 1835, fruto de la desamortización de Mendizábal, el convento se derruyó y se convirtió en un espacio ocupado por edificaciones, calles y el mercado, que fue construido en 1845.
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